El ser humano genera más de 2.100 millones de toneladas de residuos y tan sólo recicla el 16%.

Seguro que habéis oído el típico “bah, si no es más que una botellita de plástico”. El problema viene dado cuando más de 7 millones de personas dicen lo mismo. 

¿Qué está ocurriendo con las cápsulas de café? También hay un gran número de personas que alguna vez han dicho “si no es más que una cápsula de café”, con el agravante de la dificultad que conlleva el proceso de reciclaje de las mismas. Hoy te hablamos del mismo, y del efecto contaminante que tiene no realizarlo correctamente en nuestro planeta, nuestro hogar. 

Un boom en el mercado del café que sale caro para el medio ambiente

Si bien ya sabíamos que el café es la segunda bebida estimulante más demandada en todo el mundo, el mundo de las cápsulas ha supuesto un antes y un después en el mercado, constituyéndose como una opción premiada por la comodidad y la rapidez de uso. En España se consumen entre 4 y 6 millones de cápsulas cada día. En la última década, las ventas de cápsulas de café han crecido un 26% y su consumo no para de crecer, tanto es así, que se preveé que superará al soluble y al molido.

Estas cápsulas suponen un residuo extra que antes no estaba presente. Algunas empresas como Nespresso toman conciencia y comienzan a trabajar con plantas de reciclaje propias, pero en 2019 registran tan sólo el reciclaje del 10% del total de sus cápsulas (datos de un estudio de Verisk Maplecrof). Esto implica que el 90% restante sigue generando residuos en vertederos o plantas de incineración.

Un proceso de reciclaje más que costoso... ¿imposible?

Una cápsula de café cotidiana, compuesta de aluminio y plástico para conservar mejor el sabor y aroma, puede tardar más de 500 años en descomponerse. Muchas personas arrojan de manera inadecuada las cápsulas al contenedor amarillo ya que relacionan el plástico con la naturaleza del envase; sin embargo, esto hace que el proceso sea aún más costoso. Ecoembes deja claro que la regulación las tipifica como residuos alimentarios y no como envases. Pero es algo más complicado...

La cápsula de café se compone de contenido orgánico (café) y una composición de aluminio y plástico que es difícilmente reciclable. 

La falta de responsabilidad de consumo añadido al desconocimiento del proceso correcto de reciclaje hace que estos productos monodosis resulten muy contaminantes. Esto hace que la opción más cómoda sea arrojar el producto al contenedor amarillo o gris porque llevarlas a puntos verdes o devolverlas a las tiendas puede resultar más que un engorro… Ante esta situación marcada por la inconsciencia y la complejidad de gestión de este producto, surgen distintas empresas que buscan ofrecer alternativas más sostenibles en el tiempo y ofrecen cápsulas biodegradables o compostables.

En Debuencafé queremos despertar las consciencias y romper la inercia, estimulando la creación de momentos de responsabilidad de consumo a través del café. Es por ello que luchamos por tener un café ecológico y 100% sostenible, siendo la mejor opción para ti y para el mundo. 

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